Desde que tĂș te has ido desde que te has marchado mis manos tienen frĂo, por no tener tus manos, y en mi jardĂn pequeño,
de sueños y esperanzas, hay un rumor a invierno, amor, sin ti no tengo nada.
Desde que tĂș te has ido, desde que me has dejado yo sĂłlo soy la sombra del hombre que has amado. Si de tu fuente, niña, bebĂ todo mi canto, ahora y en silencio, amor, quiero llorar mi llanto.